domingo, 25 de julio de 2010

Soledad

Me encuentro mirando por la ventana, recuerdos de una despedida

Mientras la luna se alza majestuosa sobre la cordillera,

Pienso en volver a la tierra que me vio crecer.

Regresar a aquellos que dieron todo por mí y que no esperaron nada a cambio.

Despedidas, bajo el cielo frio y celeste de invierno.

Sonrisas que esconden una ya conocida amargura,

por corazones acostumbrados a esperar.

Entre sollozos silenciosos me someto a la incertidumbre,

De tener que abandonar a algunos pero sin saber a cuales.

A los de años tempranos que no deberían lidiar con la soledad,

O a los de años tardíos que viven de nuestra compañía.

Los días pasarán y el tiempo indiferente se encargará

De darle a las cosas un destino que hoy desconozco, pero con el que intento cargar.

Momentos felices y de regocijo, que ocultan mi miedo tembloroso,

Y una amargura que hoy, en mi ventana, dejo brotar sin restricción.

Las personas que se aman deberían estar juntas.

Estaré con los de mi sangre, a los que les debo mi vida.

Dejaré a los más ancianos, cuyos corazones saben cómo esperar,

A la tierra en que nací y donde siempre quise vivir.

Sé que lo entenderán.

La peor soledad es cuando luchas para que los que amas no estén solos.

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