domingo, 25 de julio de 2010

Soledad

Me encuentro mirando por la ventana, recuerdos de una despedida

Mientras la luna se alza majestuosa sobre la cordillera,

Pienso en volver a la tierra que me vio crecer.

Regresar a aquellos que dieron todo por mí y que no esperaron nada a cambio.

Despedidas, bajo el cielo frio y celeste de invierno.

Sonrisas que esconden una ya conocida amargura,

por corazones acostumbrados a esperar.

Entre sollozos silenciosos me someto a la incertidumbre,

De tener que abandonar a algunos pero sin saber a cuales.

A los de años tempranos que no deberían lidiar con la soledad,

O a los de años tardíos que viven de nuestra compañía.

Los días pasarán y el tiempo indiferente se encargará

De darle a las cosas un destino que hoy desconozco, pero con el que intento cargar.

Momentos felices y de regocijo, que ocultan mi miedo tembloroso,

Y una amargura que hoy, en mi ventana, dejo brotar sin restricción.

Las personas que se aman deberían estar juntas.

Estaré con los de mi sangre, a los que les debo mi vida.

Dejaré a los más ancianos, cuyos corazones saben cómo esperar,

A la tierra en que nací y donde siempre quise vivir.

Sé que lo entenderán.

La peor soledad es cuando luchas para que los que amas no estén solos.

lunes, 19 de julio de 2010

De pie me encuentro en las estruendosas calles

Vagando en las noches y en las esperanzas.

Me dormí en el fría almohada de la soledad..

Pero desperté con un beso tuyo,

Joven de cabellos rojizos y rostro resplandeciente.

Me dijiste que me levantara y pude verte bien.

Oh Tomas, el de los sueños tan grandes como el cielo.

Ahora la noche nos cobija,

Horas incesantes de un invierno sin final.

Viajes de trenes que no conducen a ningún lugar,

A pueblos en las montañas o selvas lluviosas…

De pie me encuentro en las estruendosas calles,

Vagando en las noches y en las esperanzas