viernes, 11 de diciembre de 2009

Horizonte

Cuando diciembre vino ante mí
y todos los caminos se volvieron eternos,
por fin lo comprendí...

No valía la pena esperar,
no tenía porqué desear.

Algunos recuerdos queman con pasión
unas lágrimas de piedra hicieron el camino,
que ahora nos separará para siempre.

Mi culpa fue querer más,
me equivoqué en sentir frío,
mi peor error fue sentirme solo.
Sólo ahora lo comprendo,
acuérdate de mí.

Ahora todas las estrellas son las mismas,
los veranos serán todos calurosos.
Tendremos cualquier cosa que queramos,
excepto lo que ya perdimos.

Sólo me queda una cosa,
ahora lo comprendo,
acuérdate de mí,
Por favor, acuérdate de mí.

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