viernes, 29 de mayo de 2009

Ahora vivo en Venecia..

Esa ventana que tanto deseé meses atrás, ahora se ha vuelto mi ventana y no de la forma que yo quería. Vivo con una vista al estero que en realidad es como vivir en Venecia, excepto porque mi casa no se hunde un centímetro al año, al menos eso creo.

Veo autos y micros pasar al otro lado, llenos de personas que llevan sus vidas escondidas en sus corazones, sin que nadie más pueda verlas. Así como pasan con rapidez, sus vidas concurren de igual manera, igual que la mía, este mes que ahora termina.

He conocido a la persona más maravillosa, con la que ahora comparto el tiempo, la vista y también mi corazón. Sólo algunas melodías expresarían con apropiada certeza lo que ocurre en este pequeño lugar que es mi habitación.

Soy como una persona al que le han despojado algunos miedos y preocupaciones, que la han confundido y remecido, también despertado a un nuevo día. No temo enfrentarme a los misterios de la vida que ahora se me hacen evidentes, coincidencias que ya no se si lo son.

Sólo puedo aferrarme a una certeza: no puedo esperar tener alguna, sólo lo que siento, mis recuerdos y la paz que nunca dejaré, aquella que ahora comparto con el agua fuera de mi ventana, y algunas avecillas que ahí nadan.

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