
Arriba en el cielo nocturno
las estrellas descansan en su abrazo
el patio muy quieto duerme
y la paz viene a tu cara.
Ven a mí, canta
escucha el pulso de la tierra,
los ritmos del océano nos jalan
para tener nuestros corazones en su mano.
Y cuando el viento pasa fuerte
sobre las ramas de los árboles
las aves nocturnas cesan su canto
y reunen recuerdos.
Anoche me hablaste de un sueño
donde los bosques se extendían hacia el este
y cada ave canta su canción
un unicornio se unió en festejo
y en un rincón se quedó
bajo un árbol de granadas
con flores salvajes, ahí
ningún ojo mortal puede ver.
Aun así, un misterio permanece
seguro, como el gallo canta en la mañana
el mundo en tranquilidad se queda
el secreto de los bebés al nacer.
Oí una vieja voz decir
No te vayas lejos de esta tierra
las estaciones tienen su camino
Ningún mortal puede entenderlo.
Loreena Mckennitt - Courtyard Lullaby



