martes, 4 de agosto de 2009

De rojo y blanco.


En medio de la oscuridad de la noche, brillaste una vez ante mí,

De rojo y blanco ibas, y con ilusiones te seguí.


El rcuerdo de su sonrisa marcó la noche con estrellas,

Y todas me decían hoy que la vida es bella.

Sin saber ni quien eras ni de donde venías, nunca más te olvidaría.

De rojo y blanco ibas, y sin querer al amor me entregaría,

porque con la bondad de su corazón, a mí se parecía.


Hasta que una noche, testigo fui de su piel desnuda,

y la noche adoptó para sí, la plena ternura.

Mientras dormías, yo solo estos versos te escribí,

pero me sirven para recordar las cosas que viví.


Y si por casualidad decides no regresar,

sin importar cuantos años han de pasar,

de rojo y blanco andabas, te recordaré sin pesar,

porque en este poema hablaba, de cuando tus labios pude besar.